Es muy común entre los/las deportistas, sobre todo en etapas formativas, que la competición acapare toda su atención y consideren que esta es la parte más importante del deporte que practican.
Para ellos/as, la puesta en escena es un momento en el que experimentan muchas emociones y en el que pueden llegar a sentir que “se deben a su público” lleno de personas que han venido a verlos/as. Aun así, debemos tener presente que los entrenamientos también forman parte del deporte y que, a su vez, aportan grandes beneficios a la vida diaria de los/las deportistas de cualquier edad y categoría:
– Incorporan una rutina, que les ayuda a gestionar el tiempo para hacer que sea compatible con los estudios u otra actividad.
– Crean un espacio dónde los errores forman parte del aprendizaje y los/las entrenadores/as pueden ayudar a corregir de manera educativa.
– Permiten la repetición de ciertas acciones para, poco a poco, ir mejorando e ir teniendo cada vez más recursos para hacerle frente a los retos deportivos.
– Ayudan a poder integrar una explicación de los ejercicios que se llevan a cabo para darles un sentido a estos y establecer objetivos.
– Enseñan valores como el compromiso, el esfuerzo y el respeto hacia las normas que rigen ese deporte.
– Ayudan a relacionarse con otros compañeros/as en un ambiente deportivo.
– Mantienen a los/las deportistas motivados/as.
Es por ello, que en ocasiones en las que se intenta dar un punto de vista positivo utilizando frases como: “no pasa nada, lo importante es el partido del domingo”, podemos substituirla por la siguiente: “no pasa nada, los entrenamientos sirven para aprender”. De esta manera le podremos hacer saber que entrenar forma parte del deporte y que además es una fuente de aprendizaje.