Entrenar no es mandar, es ayudar. Entrenar es facilitar, generar, analizar, enseñar, corregir, proponer, preparar….pero no es ordenar. Cuando tienes a tu cargo niños en procesos evolutivos y de aprendizaje constante, has de tener muy en cuenta el papel formativo que tienes frente a ellos.
Entrenar a niños es muy diferente a entrenar adultos. Para empezar el objetivo principal aquí debiera ser el divertirse, compatible con competir, pero sin perder el foco.
Todos nos acordamos de ese profesor o ese entrenador que nos marco positivamente en nuestra formación, algo peculiar de esa persona hizo que nos sigamos acordando desea persona. Es fundamental crear un escenario único de aprendizaje y crecimiento integral.
En etapas formativas hay una serie de aspectos que van a influir en nuestro aprendizaje y a continuación os las dejo para que os sirvan de ayuda los que considero más relevantes cuando se trabaja con niños/as.
1- Paciencia: Sus procesos de desarrollo pueden ser muy distintos y el nivel madurativo de cada uno determinará en muchos casos la evolución del grupo. Aprende a esperar y no tengas prisas.
2- Sorprende: Haz que los entrenamientos sean creativos. Busca constantemente nuevas ideas para que sus entrenamientos sean divertidos y diferentes para captar su atención
3- Valora la formación y el aprendizaje: Su compromiso es trabajar por la progresión integral de sus jugadores adaptando los entrenamientos a ellos y no al revés.
4- Ayúdales a descubrir: Consigue que cada día descubran y aprendan algo nuevo.
5- Actitud positiva: Utiliza el refuerzo siempre y junto a la diversión son sus herramientas inseparables.
6- Crea espacios para pensar y reflexionar: En cada entrenamiento analizan lo que ocurre, lo cuestionan, lo argumentan y toman decisiones por ellos mismos.