El deporte es una fuente de bienestar integral a todos los niveles para niños y adultos.
Su continuidad y el que los más pequeños tengan adherencia a su deportes es algo que preocupa mucho a las familias, «no quiero que mi hijo lo deje». Mi pregunta es ¿Los estamos ayudando?.
El papel de la familia en deporte de iniciación es un pilar fundamental que facilita su crecimiento a todos los niveles. El tipo de acompañamiento que hacen los padres y madres resulta muy significativo en cómo van a vivir la práctica deportiva los más pequeños. La familia es el motor que potencia en los primeros años deportivos la adherencia a la actividad. El cómo gestionamos los adultos el antes, el durante y el después de la actividad es fundamental en el impacto que genera en los más pequeños.
Si queremos acompañar, apoyar y favorecer un contexto familiar ideal para que el desarrollo integral del niño sea el esperado, os dejo desde mi experiencia los 10 errores más comunes, que a la larga pueden hacerle a tu hijo/a plantearse dejar el deporte y que si hoy te das cuenta, puedes poner remedio.
- Si lo castigas con quitarle el deporte cada vez que no cumple con otra de sus responsabilidades.
- Si le exiges resultados en vez de valores.
- Si solo destacas sus errores al acabar la competición.
- Si te cabreas por su valía deportiva.
- Si haces que sea una obligación y no una elección.
- Si te transformas en un papa entrenador que grita desde la grada.
- Si por destacar le pides que sea siempre el mejor
- Si el deporte se vuelve en vuestro único tema de conversación y por tanto de unión
- Si le muestras a tu hij@ que sufres con su deporte
- Si contradices los mensajes que le marca su entrenador/ra o criticas a sus propios compañeros
Soy partidaria de focalizar el mensaje en lo que si que podemos hacer, pero en este caso considero más gráfico hacerlo al revés. Tengo niños que me cuentan llorando que han aborrecido el deporte por cómo lo han gestionado sus familias. Y también adultos que recuerdan lo mal que lo pasaron en su inicio por la presión que sentían de sus padres. Si queremos que la cosa fluya, hay que dejar espacio. Acompañar y animar siempre desde los valores y el aprendizaje.
Si eres familia de un deportista, os invito a que os informéis sobre el próximo grupo que vamos a sacar para aportaros herramientas precisamente para hacer un buen acompañamiento.
Gracias