Cómo os avance en un anterior artículo titulado La confianza y el miedo en deportes de combate, os propongo un ejemplo de rutina de competición para deportes de combate. En el mencionado artículo ya revisamos las claves más importantes a tener en cuenta. Si no lo has leído, te recomiendo que primero que lo visites y le des una lectura.
Contar con una rutina de competición me parece una estrategia lógica y muy útil para aumentar la percepción de control previo al combate. Cómo ya comentamos en este tipo de deportes además de la incertidumbre por el resultado, puede surgir el miedo por sufrir daño físico, así que todo lo que nos dé control sobre la situación, ayudará a nuestra confianza.
Una rutina de precompetición puede comenzar incluso días antes del combate (o combates). Suele decirse que la competición empieza cuando ya no tienes ninguna otra ‘preocupación’ en la cabeza, es decir que las tareas del instituto, universidad o trabajo han pasado a un segundo plano totalmente y estás 100% focalizado en la competición. Sin embargo, para facilitar la lectura y ser práctico, en el ejemplo que os propongo comenzaré directamente en el día de la competición, más concretamente desde la llegada a la instalación dónde se realizará el evento.
En la fase PRE competición, el objetivo es alcanzar el estado físico y mental idóneo para competir, es decir alcanzar un nivel de activación óptimo que se caracterice por confianza y motivación y tener el foco de atención ajustado y puesto en lo más importante para el combate.
Habrá varias tareas que tendrás que llevar a cabo, como son el vendaje, la nutrición-hidratación, el calentamiento general, el calentamiento específico y la aplicación de estrategias mentales de preparación que conozcas (meditación, respiración, visualización, autodiálogo, repaso de planes y objetivos). El orden que le des a estas tareas, dependerá de tus preferencias. El autoconocimiento y la práctica son de gran ayuda.
Una rutina de preparación podría empezar, por ejemplo, con la instalación de un ‘campamento base’, nuestro espacio ‘de seguridad’ para esa competición. Una vez instalado, podría ser adecuado comenzar la jornada con una meditación o usando la respiración profunda, para asentar la mente en el momento presente y aumentar la confianza regulando y aceptando cualquier tipo de pensamiento. Esto puede fomentar una sensación agradable y de control muy interesante.
La rutina podría continuar con el calentamiento general. Esto dependerá de la preparación de cada uno. Si esta rutina está justificada por vuestro preparador físico, mejor que mejor. Aun así es fundamental que te sientas cómodo. Pero saber que estás haciendo lo adecuado para ese momento, puede aportar un plus de confianza. Es decir, los ejercicios de movilidad articular y activación general.
En este punto es probable que comencéis a incluir ejercicios específicos de vuestro deporte. Elementos técnicos y tácticos más generales.
Durante toda la rutina de preparación es clave que os enfoquéis en la tarea que estáis haciendo en ese momento presente.
En este punto, siempre recomiendo incluir el repaso de los objetivos más relevantes para el plan de combate de cada competidor. Por el motivo de ajustar el foco atencional de manera precisa, centrándonos en aquellos estímulos más relevantes para el combate.
Previo a esto, puede ser interesante incluir un ejercicio de visualización, para repasar y ajustar la atención antes de pasar a la practica. Si conocemos al rival, ya podemos imaginarnos cumpliendo nuestros objetivos contra ese rival determinado. Además, potenciará nuestra confianza.
Ya estaríamos preparados, para la fase final, momentos antes de competir, creo que el buen uso del autodiálogo, puede ser clave para reforzar y traer a ese momento las creencias que más potencian nuestro rendimiento.