Me gustaría que hicierais memoria y recordarais la caída de redes sociales tan importantes como Instagram, Facebook y WhatsApp del pasado día 4 de Octubre de este año. Parecía que el mundo se había parado y que estábamos incomunicados/as. Es un ejemplo claro de que las redes, tales como estas, se han hecho dueñas de nuestro tiempo libre. Es más, para otros y otras se han convertido en su herramienta de trabajo.
Seguro que ya sabéis de quienes estoy hablando, de los y las tan nombrados/as hoy en día: los creadores y creadoras de contenido o influencers. Ellos y ellas se dedican a promocionar sus vivencias y su día a día, incluso a dar a conocer ciertos productos por los acuerdos a los que llegan con diferentes empresas. Se han convertido en personas de gran influencia e importancia en el mundo de la publicidad, puesto de trabajo que conlleva un alto nivel de responsabilidad moral y exposición de sus vidas a nivel global.
Por ello, hoy le dedico este artículo. No debemos olvidar que detrás de cada “post” de cada “historia”, de cada “Reels” o cada “Tik Tok”, hay un trabajo y un compromiso con ese contenido a nivel de esfuerzo y responsabilidad con aquello que se publica. Es más, una vez se presenta esa información, deben aprender a lidiar con las críticas y con aquellas personas que no compartan su punto de vista respecto a esa publicación. De esta manera, podríamos decir que de ellos y ellas también se espera un buen rendimiento.
Por ello, hay que darle importancia al cuidado de la salud mental. Es importante respetar la desconexión de estas redes de manera ocasional, intentar establecer una rutina para no depender constantemente de un aparato electrónico respetando el descanso (establecer un horario laboral) y saber que, al igual que puedes conocer a gente con puntos de vista diferentes al tuyo, en las redes te expones a recibir críticas y aprobaciones constantemente.
Por eso, hay que tener en cuenta que las redes sociales son una ventana hacia la realidad, la cual tu decides que enseñas a tus vecinos/as y que te quedas para ti. Siempre preservando tu salud física y mental. Porque no es oro todo lo que reluce, detrás de esas publicaciones de paisajes y escenarios increíbles, hay una persona trabajando para que ese contenido cree el impacto que debería.
Al final, es renovarse o morir y el mundo no para de cambiar.