Como dice mi abuela «No es oro todo lo que reluce». El mundo de las «influencers» parece muy atractivo visto desde fuera, pero en realidad no todo es tan bonito, ya que se encuentran muchas veces solos y solas, atrapados entre likes, filtros y millones de seguidores.
Estamos acostumbrados a ver a chicas y chicos jóvenes, posando perfectos todos los días. Visto así parecen tener una vida maravillosa y plena, llena de lujos y de gente que los quiere, digo parece, porque a veces acaba siendo todo lo contrario.
¿Cuánto vale realmente un like?
Puede resultar atractivo al principio, así como fácil y entretenido, pero poco a poco, empiezan a sentir la presión por tener que estar siempre perfectos y publicar cada cosa que hacen. No es lo mismo publicar por elección cuando algo te gusta, que publicar por obligación a cada momento, sin descanso.
Esto en muchas ocasiones les hace dejar de lado su parte más personal, incluido el descanso, algo fundamental para su equilibrio emocional.
Vender una vida idílica no sólo acaba siendo un problema para ellos, nos aleja tanto de la realidad, que puede llegar a generar daño en el resto de humanos, puesto que, gran cantidad de adolescentes, en pleno desarrollo, querrán parecerse a ellos siendo felices cada día y pensando que todo va siempre bien.
Presión constante
Pasarlo mal es totalmente compatible con gozar de una vida privilegiada. Aunque nos muestren lo mejor, no siempre es sencillo o cómodo, suponiendo muchas veces una presión constante, difícil de gestionar.
Cada día se enfrentan a miles de comentarios ofensivos, y también al deseo constante de sus seguidores por ver contenido diferente, puede acabar ocasionando estrés y ansiedad.
No tienen porque estar acostumbrados ni preparados al constante análisis público, a las críticas reiteradas, o al hecho de que no se respete su derecho a la intimidad en ningún momento del día.
Uno de los objetivos más importantes para ellos, es no dejar de subir los seguidores y los likes , porque si esto no ocurre, la situación puede llegar a ser estresante y frustrante puesto que, es un mundo muy competitivo, y si tu lo haces, lo hará otra u otro.
Es fácil perderse a si mismo entre tanto deseo de llegar a más. Es ahí cuando aparece una baja autoestima, sensación de fracaso, pensamientos catastrofistas, inseguridad, inestabilidad emocional, sensación de estar atrapado/a o el hecho de valorar tu valía profesional, incluso personal, en base al número de seguidores o likes que reciben.
Y es que ser influencer es un trabajo, si, de acuerdo, pero también son personas. Y por ello, es necesario descansar y centrarse en la salud mental antes de continuar.
Trabajar con psicólogos
Cada vez son más los profesionales que recurren a nuestros servicios ya que están encontrando un espacio de autoconocimiento y de regulación emocional, que se antoja necesario para poder rendir en el trabajo.
EL psicólogo del rendimiento, puede ayudarles a optimizar sus recursos, alcanzar su satisfacción personal y lo más importante, dar soporte emocional en un trabajo de tanta exposición como este.
Viven n un mundo frenético y donde la exposición social puede llegar a ser obsesiva. Cada día encontramos nuevos problemas en los más jóvenes y noticias alarmantes sobre el estado mental de algunos de ellos, que o se han retirado de las redes anulando su cuenta por depresión, o mucho peor, han acabado quitándose la vida.
Esto no se desarrolla de igual manera en todas las personas, puesto que, según el tipo de personalidad que tenga cada uno, utilizará distintos tipos de herramientas para afrontar dicha situación estresante.
Por ello algunos aspectos importantes para trabajar entre muchos otros son:
La planificación
La planificación resulta fundamental en su día a día. Aprender a organizar sus tiempos por prioridad, y poder así destinar tiempo al descanso, al trabajo, a divertirse o simplemente relacionarse con los suyos le ayudará a tener control y seguridad.
La comunicación
Es una competencia fundamental, ya que se pasan el día comunicando. Será muy importante trabajar la asertividad y aprender a decir las cosas de manera correcta y con autocontrol. Diferenciar dónde interesa poner el foco de atención, no entrando en discusiones con personas que no conocen y de lo que no se va a sacar nada, nada más que malestar.
Locus de control
Trabajar y aceptar que hay cosas que no dependen de ellos. Pese a ese rol de autoinmunidad que parecen tener, como es obvio, gran parte de los factores que les rodean, no dependen de ellos.
Equilibrio emocional
Es lógico experimentar altibajos a nivel emocional. Aprender a diseñar su propia imagen al margen de la opinión pública. Siempre hay quiénes, por su personalidad saben gestionar las situaciones a las que se enfrentan y hay otras más vulnerables, que lo sufren más.
Separar vida pública y vida privada
Para muchos la vida virtual ha pasado a ser más importante que su vida real, dejando de lado el poder disfrutar lo que hacen si no que actúan constantemente para sus seguidores. Aprender a diferenciar y a separar resultará muy importante.
Ganar seguridad y autoestima
Construir una autoestima sólida, ganar seguridad y confianza, les permitirá enfrentarse de otra manera a la presión de las marcas que cada vez piden más.
Si tienes cualquier duda o si quieres trabajar, ponte en contacto conmigo en lorena@lorenacos.es