En el deporte de formación, las familias tienen un papel muy importante para que el niño/a rinda de forma óptima y para que, por supuesto, disfrute y saque el máximo partido a la experiencia.
Entonces, ¿qué funciones realizan los padres y madres dentro de este triángulo?
- Acercar a los niños/as la práctica deportiva
Las familias ofrecéis el primer acercamiento al mundo deportivo, es decir, se les apunta a la extraescolar, se les compra el material necesario, realizáis los desplazamientos…
- Potenciar la autonomía y la responsabilidad individual
Dependiendo de la etapa en la que se encuentre el niño/a, se deben ir dando tareas en las que el menor sea el responsable al 100% y por lo tanto asuma las consecuencias tanto positivas como negativas de sus acciones.
- Gestionar las exigencias emocionales del deporte
Hay que aceptar que el deporte es emoción y que no sólo los niños/as las sienten. Sin embargo, como adultos debemos realizar un ejercicio más profundo de gestión emocional y así hacer que el impacto de éstas en el niño/a sea lo más positiva posible.
- Potenciar valores como deportividad, respeto o trabajo en equipo
El deporte aporta una serie de valores que deben ser reforzados por todos los agentes alrededor del deportista.
- Favorecer relaciones saludables
Es importante ser referentes en lo que se refiere a la relación que se establece con el resto de agentes. Por esta razón, abrir canales de comunicación fluida y positiva debe ser de vital importancia, dando a entender que aportamos y apoyamos pero siempre desde una posición constructiva.
- Adaptar el entorno a las diferentes etapas de la trayectoria deportiva y ser conscientes de las necesidades cambiantes en cada transición
La vida deportiva del niño/a va a llevar un nivel ascendente en lo que tiene que ver con esfuerzo y compromiso.
Debéis ser conscientes que las rutinas van a tener que amoldarse a estos cambios adaptando los tiempos de ocio familiares, apoyando la realización de rutinas precompetitivas…
En resumen, es vital que, el triángulo entrenador-familias-deportista, este equilibrado, es decir, que todos y todas tengan un nivel de implicación y compromiso elevado. Que sea un equipo unido y por lo tanto vayan “todos a una” hacia el mismo objetivo. Y además que esté conectado, mediante una comunicación fluida y eficaz.