El descanso es una variable fundamental para un buen rendimiento en cualquier ámbito de la vida, pero en la sociedad actual en la que estamos desbordados de quehaceres y de exigencias, tendemos a sacrificar horas de sueño y de descanso para poder llegar a todo. Sin embargo, esta no es una buena estrategia, ya que el descanso es fundamental para el buen funcionamiento del organismo y para nuestro bienestar.
¿Por qué es tan importante el descanso?
El sueño es una actividad reparadora tanto física como mental, es el momento en el que nuestro cerebro asimila y consolida todos los aprendizajes, se produce una reparación de los tejidos y de los músculos, facilita el buen funcionamiento del sistema inmunológico y un largo etcétera, que nos hace ver que escatimar en horas de sueño no es la mejor decisión.
En el caso de los deportistas de cierto nivel competitivo que están expuestos a altas cargas y horas de entrenamiento prolongadas en el tiempo y con poco tiempo de recuperación entre sesiones, si no se tiene en cuenta el descanso y la recuperación puede llevar a consecuencias negativas para la salud física y mental, como puede llegar a ser el síndrome de sobreentrenamiento o burnout, lesiones físicas…
Al igual que en cuanto al entrenamiento es importante cumplir con toda la planificación y estar implicado dando tu máximo si quieres tener un buen rendimiento, también es importante que ese compromiso se traslade a realizar una buena recuperación física, pero también mental.
Más allá de llevar una buena alimentación, de hidratarse, ir al fisioterapeuta o cualquier cosa necesaria para la recuperación física, es importante aprender también a desconectar mentalmente del deporte. Tener otras actividades que sean satisfactorias y placenteras también facilitará la recuperación a nivel interno, ya que la fatiga mental también supone un estado de agotamiento y de cansancio que afecta a la gestión emocional, estando más irritables, con mayor nivel de estrés y de ansiedad, peor concentración, etc.
Con todo esto, es importante incluir en nuestro día a día momentos de desconexión y de recuperación durante el día y unos buenos hábitos antes de dormir, conocidos como higiene del sueño, para garantizar que nuestro organismo se equilibra y que puede tener un funcionamiento óptimo en todas las áreas de la vida (académica/laboral, deportiva, social, deportiva…)