Entendemos el deporte como una valiosa herramienta educativa y de crecimiento que facilita una formación integral para los más pequeños.
Practicar deporte enseña a los niños a desarrollar el espíritu deportivo y la disciplina que eso conlleva, aunque también sabemos que cualquier deporte lleva de la mano el posible riesgo de lesionarse y ese es el tema de hoy.
La mayor preocupación por parte de los padres es la de mantener intacta la integridad física de los más pequeños, aunque es cierto que los niños son más vulnerables a sufrir lesiones deportivas por distintas razones:
- Tienen menos coordinación motriz y su capacidad de reacción es más lenta que los adultos porque todavía están en pleno desarrollo.
- Maduran y crecen a distintos ritmos, lo que supone que encontremos importantes diferencias físicas entre niños de la misma edad.
- Conforme crecen la probabilidad de lesiones se incrementa debido a sus propias destrezas físicas y a su fuerza.
- No perciben los riesgos de la misma manera que los adultos por lo que tienen menos cuidado.
Para poder ayudar a los más pequeños a protegerse de posibles lesiones deportivas podemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Evaluación física: Es conveniente realizar una revision física antes de iniciar cualquier actividad deportiva para conocer cómo se encuentra y su estado de forma.
- Utilizar el material y equipo adecuado: Es importante que los niños utilicen un equipo adecuado para dicho deporte, con las protecciones de seguridad necesarias y que estas sean de su talla.
- Jugar en campos seguros: Comprobar que el entorno donde van a jugar se encuentra en buenas condiciones.
- Respeto por las reglas de juego: es necesario conocerlas y respetarlas para evitar contratiempos.
- Formación del entrenador: deben de asegurarse que el monitor que está a cargo de sus hijos dispone de la cualificación necesaria para ello, además de hacerles respetar las reglas y normas del juego con deportividad.
- Libre elección del deporte: es importante que ellos decidan el deporte que quieren practicar para que se sientan cómodos.
- Deporte adaptado a sus características: asegúrese de que su hijo practica deportes que se adaptan bien a sus gustos y a sus habilidades.
- Es importante un buen calentamiento: los niños deben de preparar adecuadamente su cuerpo con sesiones de calentamiento antes de practicar cualquier deporte.
- Favorecer el descanso y la hidratación: es importante crear espacios de descanso además de hacerles beber abundante agua para reducir el riesgo de lesiones.
- Evitar el sobreentreno: prevenir que no se produzca un exceso de entrenamientos con horas extras fuera de las previamente programadas ya que eso supondrá un riesgo importante para las lesiones.
- Deporte sin dolor: no practicarlo cuando existan dolores o molestias para no empeorarlo.
- Generar emociones positivas: como padres lo más importante es transmitirles vuestro apoyo y confianza favoreciendo el disfrute de la actividad sin transmitir presión.
Con todo esto estaremos sumando en la integridad física de los más pequeños. No obstante no olvidemos que los beneficios del deporte son múltiples y que la lesión puede ser un gafe de oficio.