El castigo es un proceso de prohibición que suele utilizarse con esas actividades que los niños adoran, por lo que resulta más fácil y cómodo para los padres, ello provoca la falsa idea de que así pueden sentar precedentes más rápido.
Todos hemos escuchado alguna vez “Castigado sin entrenar”. ¿Por qué se elige esta alternativa? La respuesta que más me encuentro es esta, “Le castigo con el fútbol porque le duele” pero no se trata de que duela, el aprendizaje no va de la mano del dolor, lo que buscamos es que aprenda y tome conciencia de sus responsabilidades. ¿Ganamos algo con esto? o ¿perdemos todo?
Los niños que practican deporte a menudo ven como sus castigos los privan de realizar una actividad saludable, en la que adquieren unos compromisos y unas responsabilidades con ellos mismos, pero también con sus compañeros.
Si no conocen las consecuencias de sus conductas es complicado que se hagan responsables de ello, por eso es importante hacerles conocedores con anterioridad de lo que conlleva no cumplir con sus compromisos para que estén preparados y puedan movilizar sus recursos.
Los beneficios del deporte ya sabemos que son múltiples y además forman parte del proceso de formación y desarrollo del niño. Apartarlos de la práctica deportiva por castigo es alejarle de todo lo bueno que reciben estando cerca y además el compromiso que adquieren puede verse mermado ya que así les estamos transmitiendo que podemos incumplirlo con facilidad.
El deporte es una gran fuente de autoestima donde se fortalecen y desarrollan, castigar con ello significa quitarle un punto de apoyo y refuerzo fundamental en esta etapa. Debemos buscar otras fórmulas para que puedan aprender sin perjudicar su desarrollo y cumplan así con sus obligaciones sin eliminar el compromiso que tienen con su deporte.
- El castigo debe de ser usado de manera excepcional y no como regla.
- No sobrecargar a los niños de actividades extraescolares para que no se agobien y les cueste cumplir con sus responsabilidades.
- Ayudar a los niños a planificarse el tiempo les ayudará a organizarse y tener tiempo para llegar a todo.
- Hablar con ellos y que conozcan las consecuencias que tienen determinadas conductas para que puedan responsabilizarse.
- Las actividades deben complementarse, no es necesario quitar unas para reforzar otras.
- No quites el deporte, quita algo que se ha conseguido por méritos eso también le molestará pero en cambio no provocará un desequilibrio.
¿Qué mensaje estamos dando? y ¿Qué mensaje queremos dar?