Empezamos año nuevo y con su llegada también la de los nuevos propósitos. Antes de todo eso tenemos una cita especial el 7 de enero y para ello quiero escribir mi particular carta a los Reyes Magos con cosas tan sencillas que a veces olvidamos su valor.
Queridos Reyes Magos, no quiero regalos, ni nada que venga envuelto en bonitos paquetes, quiero otras cosas, no cuestan dinero, pero si voluntad.
Para este 2018 y todos en adelante me gustaría que:
- Utilizáramos el deporte para educar a los más pequeños y no para obligarles a ganar
- Los papas se interesarán más por la formación de sus hijos que por los resultados
- Las gradas de cualquier campo estuvieran en calma, sin insultos y llenas de aplausos
- Se respetara de verdad al árbitro, dejándole aprender y formarse como al resto
- No escucháramos más noticias de violencia y agresiones rodeando al deporte
- Sean los niños los que elijan el deporte que quieren practicar
- Los entrenadores piensen más en los niños que en sus propios objetivos
- Viéramos los errores como parte del aprendizaje
- Se adaptarán los entrenos a los deportistas y no al revés
- Estuviera siempre presente el juego limpio y la diversión
- No se utilizara la privación del deporte como castigo
- Se utilizará mucho más el refuerzo positivo y el reconocimiento al trabajo bien hecho aunque no venga acompañado de resultados
- No se confundiera el deporte base con el deporte profesional
¡Feliz Año Nuevo a todos!