En estas edades tenemos que dejar que aprendan y se desarrollen en el contexto deportivo con el que están más familiarizados, sin dejar de lado que el destacar o tener habilidades ahora no les obligará a dedicarse a ello en un futuro y que además esa será una decisión de ellos.
La familia es un gran apoyo y debería de concentrar toda su energía en transmitírselo a sus hijos sin tener que preocuparse por tomar decisiones que no tocan. Es el propio proceso formativo el que marcará el cambio, no es necesario anticiparse, si le gusta y elige ese deporte para competir, creara nuevas oportunidades más adelante.
El entrenador que educa en estas categorías tiene que controlar la captación que hace de otros niños a clubs vecinos con el objetivo de diseñar un “gran equipo” y sin pensar en lo que es mejor para los más pequeños y para su desarrollo. Tener presente que además de entrenadores son formadores y que no vale todo a cualquier edad.
El entorno saludable y confortable en el que se encuentran jugando en el equipo de su barrio está por encima del estatus o reconocimiento deportivo que pueda dar un club, olvidando esas proyecciones a largo plazo que pensamos puedan tener si los seleccionan en otro sitio cuando en realidad sólo tienen que disfrutar.
El mejor club para que tu hijo crezca de forma saludable será aquel en el que:
1. Su filosofía de trabajo sea la de educar y formar.
2. Se divierta cada día, juegue mucho o poco.
3. El refuerzo positivo forme parte de cada entrenamiento.
4. Tenga a sus amigos, se sienta cómodo y familiarizado.
5. Disfrute de un buen entrenador que forme en valores y se preocupe por su desarrollo.
6. No exista la presión ni los gritos.
7. Pueda desarrollar su creatividad sin miedo a fallar.
8. El respeto por todos los componentes sea la base.
9. Se despierte la curiosidad y el deseo de aprender.
10. El deportista quiera estar y sea parte de esa decisión.
Ahora toca preocuparnos de que se diviertan y estén cómodos con su deporte y con el contexto donde lo practican, lo demás ya llegará, no tengamos prisa en adelantar las cosas.
Lo más importante, escuchemos a los más pequeños, sus necesidades y sus opinionesson importantes para hacer que todo sea mucho más fácil.