Cómo vimos en un artículo anterior, la evaluación psicológica en deporte incluye la aplicación de la metodología conductual, con el propósito de evaluar tanto las conductas que en cada caso definen el rendimiento deportivo(habilidades técnicas, decisiones tácticas, etc), como cualquier respuesta o estado psicológico que influya en aquellas. Como psicólogos del deporte queremos conocer cómo es el rendimiento del deportista y que variables determinan que sea de esta manera y no de otra.
Cómo comentamos anteriormente en el artículo La evaluación psicológica en deporte, para poder ejercer correctamente la psicología aplicada, debemos hacernos expertos entrevistadores,ya que nos permite acceder a información muy importante para evaluar variables no observables. Pero, cómo psicólogo del deporte, ¿Qué información debo obtener en una entrevista? Es muy fácil perderse en los detalles y que esto me dificulte hacer una valoración lo suficientemente concreta como para establecer unos objetivos específicos de intervención. Entonces, ¿Qué información es la más relevante?
Hay una serie de variables psicológicas que debemos tener muy presentes al realizar una entrevista con un deportista, entrenador , o persona que se interese por nuestros servicios para mejorar su rendimiento. Estas son algunas de ellas y algunas preguntas que podemos plantear en una entrevista para tratar de valorarlas.
Motivo de consulta. Lo primero de todo es conocer el motivo de consulta. ¿Porqué está ese deportista trabajando con nosotros? Las respuestas pueden ser muy variadas y siempre importante. Puede que tenga un problema concreto en el que debamos concentrarnos o simplemente quiera mejorar su rendimiento deportivo. Incluso podría estar frente a nosotros por obligación de terceras personas, lo condiciona y redirige por completo nuestra intervención.
Motivación. Esta es una variable imprescindible cuando hablamos de rendimiento. Por definición, lo que moviliza a actuar al deportista. Nos interesa conocer el estado de esta variable. ¿Que te motiva? ¿Esto es lo más importante para ti? ¿Cuales son tus objetivos? Podemos valorar si su motivación es de riesgo y muy ligado a ella, cómo y a qué dirige su foco de atención.
Atención. Esta es una variable clave, la más importante por la influencia que tiene sobre las demás. Podemos obtener información, sobre cómo se concentra en la competición y en los entrenamientos. Que cosas piensa, cómo se habla. Para valorar de manera más exhaustiva es posible que se precise más tiempo, pero en un primer contacto y planteando las preguntas correctas, puede obtenerse información relevante, como si en la competición se centra prioritariamente en la tarea o en el resultado.
Confianza. Esta es una variable de la que suelen hablar los deportistas con facilidad. ¿Te pones nervioso en la competición? ¿Dudas de tus capacidades? ¿Crees que puedes conseguir tus objetivos? Interesante valorar la percepción de control, ¿Sabes lo que tienes que hacer para jugar bien? ¿Sientes que controlas la competición?
Estrés. Muy relacionada con la anterior. En ausencia de confianza y con una motivación elevada, suele manifestarse el estrés. Excesivos nervios, dudas, dificultades para dormir, ansiedad precompetitiva, etc.
Nivel de activación. El primer acercamiento a esta variable seguramente sea en términos de ‘estar nervioso’ o ‘tranquilo’, pero es una información muy útil de cara a plantear las primeras herramientas. Nuestra labor será identificar porqué, cuando y cuanto se pone nervioso en la competición.
Es imprescindible conocer las estrategias y herramientas con las que cuenta el deportista. ¿Qué haces para calmarte? ¿Qué sueles hacer? ¿Te funciona? ¿Alguna vez has aprendido….?
Por su puesto, hay otras variables psicológicas que debemos tener en cuenta y que a veces pueden ser determinantes, como la cohesión de equipo o el estilo de afrontamiento de los conflictos, pero las expuestas arriba son fundamentales y obligatorias.
Al finalizar la entrevista debemos tener al menos una idea general de estas variables, por lo menos cómo para poder plantear una hipótesis. Cómo comentamos en el anterior artículo sobre este tema, una buena entrevista, debe garantizarnos conseguir la información general que necesitamos y exponer un contexto adecuado para poder realizar más evaluaciones si es necesario. Además, es una oportunidad estupenda para crear una relación de confianza entre el profesional y el cliente, que tan necesaria es para el éxito de este trabajo.