El otro día en consulta un deportista me dijo: “Raquel tengo miedo a empezar de nuevo y que otra vez no salgan las cosas”. Se trata de una emoción muy frecuente en deportistas que han pasado por temporadas complicadas o rachas difíciles en su deporte y es normal que, una vez reemprendes de nuevo, aparezca el miedo a que, una vez más, las cosas no salgan como esperas. Se trata de una reacción natural, es una señal de inseguridad, de duda, que te manda tú cuerpo como un recordatorio constante de los errores del pasado o los resultados no deseados.
¿Qué pasa con el miedo?
Pues que como cualquier emoción no es algo que podamos eliminar de un día para otro. Sentirlo no te hace menos capaz ni menos preparado. Lo que importa es cómo decides gestionarlo para que no te paralice ni te impida avanzar. Para que esta emoción no afecte a tú rendimiento, debemos cambiar otras cosas y en este caso que te expongo, el principal foco de trabajo será atender a la confianza y seguridad del deportista.Si estas palabras han despertado algo en ti y te has sentido identificado/a, quiero que sepas que recuperar la confianza es un proceso que se construye poco a poco. A continuación, te comparto tres estrategias fundamentales para comenzar a dar esos primeros pasos y volver a sentirte seguro/a en tu juego.
1. Fija metas alcanzables y celebra cada pequeño avanceLa confianza no se construye con grandes gestos, sino con pequeñas victorias acumuladas a lo largo del tiempo. Muchas veces, cuando venimos de una etapa difícil, tendemos a exigirnos grandes cambios o resultados inmediatos, lo que solo aumenta la presión y el riesgo de frustración.En lugar de eso, divide tu objetivo final en metas más pequeñas y concretas. Por ejemplo, si te cuesta rendir bajo presión, enfócate primero en mejorar un aspecto técnico de tu juego o en disfrutar más durante los entrenamientos. Cada vez que logres avanzar en una de estas metas, celébralo.
Esas pequeñas victorias son las que, poco a poco, irán reforzando tu confianza.Además, lleva un registro de tus progresos. Un diario de confianza puede ser una herramienta muy útil. En él, anota lo que has hecho bien, los desafíos que has superado y cómo te sentiste en cada paso del camino. Esto será especialmente valioso en los días en los que la duda se haga más fuerte y necesites un recordatorio de lo lejos que has llegado, incluso cuando mentalmente te cueste verlo.
2. Enfócate en el presenteEl pasado ya no está aquí, y lamentarse por lo que fue o no pudo ser solo disiminuye tu energía. Es importante reconocer lo aprendido de las experiencias pasadas, pero también soltar aquello que ya no puedes cambiar.Con cada error, te has convertido en una persona y en un/a deportista diferente. Has aprendido, crecido y evolucionado.
Hoy eres alguien que juega de manera distinta porque tienes nuevas herramientas, incluso si todavía no las has integrado por completo.El foco debe estar en lo que puedes construir ahora. Pregúntate: “¿Qué puedo hacer hoy para acercarme a mi mejor versión?” No se trata de compararte con tu yo del pasado, ni con otros. Lo que importa es dar lo mejor de ti en este momento.
3. Revisa tu diálogo internoLa forma en la que te hablas a ti mismo marca la diferencia. Cuando el miedo aparece, es fácil caer en pensamientos negativos y críticos como: “No puedo fallar de nuevo” o “Seguro que me va a pasar lo mismo de siempre.” Sin darte cuenta, estos mensajes refuerzan tu inseguridad y debilitan tu confianza.Por eso, es esencial identificar estos pensamientos automáticos y reemplazarlos por afirmaciones más positivas y constructivas. Cambia el “¿y si fallo?” por “¿qué puedo hacer bien hoy?” o “¿qué cosas están bajo mi control?”.
Este cambio en tu diálogo interno no solo reduce la ansiedad, sino que te ayuda a concentrarte en lo que realmente importa: tus acciones en el presente.Reflexiona también sobre el tono que usas contigo mismo. ¿Te hablas con la misma comprensión y ánimo que le darías a un amigo/a en tu situación? Si no es así, intenta adoptar una actitud más compasiva contigo mismo. Hablarte desde la confianza y no desde la duda es clave para reforzar tu seguridad.
Si empiezas con estos pasos…Es muy probable que, poco a poco, empieces a sentirte más confiado/a y seguro/a en tu disciplina. La confianza no se recupera de la noche a la mañana, pero cada pequeño avance cuenta. Sin embargo, es importante recordar que estos consejos no sustituyen un proceso psicológico más profundo.Si sientes que necesitas más apoyo o quieres asegurarte de trabajar con herramientas adaptadas a ti, te animo a buscar la ayuda de un psicólogo especializado en deporte. A veces, contar con un acompañamiento profesional puede marcar la diferencia en cómo gestionas tus emociones, fortaleces tú mente y alcanzas tu mejor versión.