La práctica de cualquier tipo de ejercicio o actividad física conlleva una serie de beneficios tanto para la salud física como para la salud mental. Del mismo modo, el deporte genera una serie de experiencias que ayudan a la adquisición de estrategias, recursos o herramientas.
Si estás pensando en comenzar o retomar con el hábito de realizar algún tipo de actividad física, debes tener en cuenta algunos pasos que ayuden al mantenimiento de esta práctica.
El primer paso es TOMAR LA DECISIÓN.
En esta etapa debes tener en cuenta los beneficios y costes que tiene realizar ejercicio. Normalmente, al comenzar no se tiene en cuenta que se van a tener que asumir una serie de costes que, es posible, que no estemos dispuestos a hacer frente.
Tenerlo claro desde el principio va a permitir que, ajustemos expectativas y objetivos y, lejos de abandonar o no empezar, llevemos una temporalización adecuada, reforzando la confianza y manteniendo la motivación.
El segundo paso PLANIFICACIÓN.
Una vez se ha tomado la decisión de realizar ejercicio, se deberá establecer qué es lo que se va a realizar, cuándo se va a realizar…
Para llevar a cabo esta acción es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Busca tu motivo
- Planifica
- Infórmate
El tercer paso PASAR A LA ACCIÓN.
Al final, esta última etapa es la definitiva (que no la más importante). Es aquella en la que ponemos en marcha todo lo que hemos establecido sobre el papel. En esta etapa, hay que centrarse en la evaluación de las conductas que se realizan. Ser conscientes de lo que se está haciendo para comprobar si éstas acercan o alejan al objetivo,
qué conductas depende de mí y cuáles no…
Pero sobre todo recuerda que puedes modificar en cualquier momento las acciones a realizar según las circunstancias que se vayan dando a tu alrededor.