El objetivo que se persigue en la preparación para la competición es conseguir el estado ideal para rendir al máximo. Basándose en las experiencias de las competiciones, se describe ese estado de máximo rendimiento como «flow» o flujo. Seguro que alguna vez habréis experimentado o habéis escuchado a alguien hablar de la sensación de que todo fluye a vuestro alrededor, de que sólo existe el instante en el que os encontráis ya que os encontráis totalmente absortos por la actividad que estáis realizando y vuestro rendimiento es máximo. Es un estado en el que sientes que tu físico y tu mente están en perfecta unión.
Ese estado, en el que somos capaces de realizar casi cualquier cosa se llama “estado de flujo” o “estado de flow”. Por eso se le llama flow o fluír, ya que no tienes conciencia de ti mismo, tan sólo existe la tarea que estás realizando, no importa nada más, ni preocupaciones externas, ni cansancio, ni dolor… toda tu pericia se pone al servicio de la acción y das lo mejor de ti mismo por lo que al acabar sientes una inmensa satisfacción interior. Una definición técnica podría ser el estado mental operativo en el cual la persona está completamente inmersa en la actividad que está ejecutando, caracterizada por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad. Esta sensación se experimenta mientras la actividad está en curso. Normalmente el deportista se va a referir a este estado como «buenas sensaciones».
¿Que podemos hacer para lograr ese estado de flow? Elaborar un plan personal de preparación para la competición. Una técnica útil puede ser elaborar un listado con el que pueda diferenciar aquellos aspectos que favorecen su rendimiento y que aspectos interfieren con el mismo. Un esquema podría responder a este orden:
- Dividir la competición en partes: que el deportista tenga claro exactamente qué debe hacer en cada momento de la competición. El objetivo es que el deportista haga suya la competición ampliando su conocimiento de la misma y reflexione sobre los comportamientos y pensamientos más adecuados para cada parte.
- Establecer un objetivo para cada una de las partes de la competición: el deportista debe plantear un objetivo realista y flexible para cada una de las partes. Estos objetivos deben ser de rendimiento y no de resultado (si no conocéis la diferencia, podéis encontrarla en otras entradas del blog) puesto que realizarlos correctamente le acercara a obtener un buen resultado. Al estar centrado en un plan, la concentración es mayor ya que «solo» se debe estar pendiente a los estímulos relevantes para la consecución de ese objetivo parcial. El ser objetivos realistas y alcanzables mantiene altas la motivación y la confianza.
- Creer en este plan: quizás esta sea la parte más difícil. Hacer creer totalmente al deportista que si lleva a cabo este plan de acción las posibilidades de éxito serán mayores. Es algo parecido a hacer creer al deportista que debe de actuar de forma completamente diferente a la habitual para obtener mejores resultados, como por ejemplo hacer creer a un jugador que no destaca por su trabajo defensivo que si trabaja más defensivamente el equipo luchara por los títulos. ¿Que nos puede ayudar a la hora de hacer creer al deportista en este plan? Lo mejor sin duda es que la primera vez que lo lleve a cabo obtenga éxito en la competición ya que sería un gran refuerzo positivo. Pero aún no logrando éxito puedes obtener esa creencia haciendo que se autoevalúe en cada uno de los objetivos y que te hable de las sensaciones que tenía durante la competición. ¿Qué componentes describen la mejor disposición mental para lograr el flow?
- Equilibrio desafío- habilidad: el deportista debe considerarse con habilidad suficiente para lograr ese desafío.
- Fusión acción- atención: se consigue cuando tanto mente como cuerpo están actuando al límite de sus capacidades pero al mismo tiempo sin esfuerzo.
- Metas claras: el deportista sabe que debe de hacer en cada momento.
- Feedback sin ambigüedad: el feedback es el conocimiento sobre la actividad que realizan, información sobre cuál es su nivel de desempeño en una actividad.
- Concentración en la tarea.
- Sensación de control: el deportista siente que dispone de las habilidades requeridas para ejecutar esa actividad.
- Pérdida de conciencia: dejar atrás las preocupaciones y mantenerse totalmente centrado en la tarea entregándose al máximo en la misma.
- Transformación del tiempo: el tiempo se transforma dando la sensación de que pasa más deprisa.
- Experiencia autotélica: las «buenas sensaciones». Una experiencia de gran valor por sí misma.
El problema es que entrar en Flow no es fácil. Algunos estudios sugieren los siguientes factores como posibles inductores del flujo:
- Actitud mental positiva, confianza y alta motivación, sugestionado de que nada va a impedir conseguir el objetivo.
- Sentimiento pre-competitivo y competitivo positivos, controlando la ansiedad y la relajación y buscar el disfrute en la ejecución, más que en la ansiedad de conseguir el objetivo.
- Disponer de un centro de atención adecuado, que facilita la concentración; un foco en el presente, en los aspectos determinantes de la ejecución, estrecho sin perder información adyacente.
- Preparación física adecuada, que proporcione sensación de seguridad en resistencia y potencia.