Ha sido una experiencia inolvidable de 4 días llenos de aprendizajes. Como profesional y como amante del deporte no tiene precio.
Vivir un torneo así era uno de mis sueños y con Rebeka Masarova ha sido posible. Tantos años viéndolo por la televisión y por fin pude pisar con mis pies Philippe Chartier y Suzanne-Lenglen. He podido acompañar a una tenista profesional en sus días previos, en sus entrenamientos y rutinas.
Además he podido disfrutar de cerca a Novak Djokovic, María Sákkari, Carlos Alcaraz, Stéfanos Tsitsipás, Francés Tiafoe, Casper Ruud, Daniil Medvédev, Alexander Zverev, Sara Sorribes, Roberto Bautista, Bernabe Zapata, Jaume Munar, Dominic Thiem y muchos más que me dejo, ha sido un auténtico lujazo.
Poder ver cómo se preparan, las rutinas de entrenamiento, cómo calientan, o cómo se concentran. Además he visto como unos ponían en práctica un auto diálogo que los impulsaba a seguir en el partido y otros eran presos de sus propias palabras. Ha sido un disfrute total. Esto es alto rendimiento, y estas son las maletas que cada uno prepara para llegar lo más lejos posible.
A día de hoy siguen faltando muchos psicólogos deportivos en una cita tan mental como es esta. Cuesta conseguir acreditación y todavía no existe una específica de psicólogo como tal. Es difícil para los deportistas jóvenes que llevan poco tiempo accediendo a este tipo de torneos el llevar a todo el equipo con ellos, pues el costo de la estancia allí es alto y a veces los números no salen.
Os muestro alguna de las fotografías que inmortalizan algunos de los momentos que pude vivir.
Gracias deporte