Se ha acabado otra temporada. Una temporada exigente, con muchos partidos, entrenamientos y la presión constante de los resultados, de hacerlo bien , llega el momento del descanso. Para muchos deportistas profesionales, esta etapa puede ser un respiro muy necesario… pero también un momento delicado.
Y es que en este periodo, es fácil caer en dos extremos:
Por un lado, algunos desconectan del todo, rompen con toda rutina física y mental y se alejan tanto del deporte que volver luego se les hace cuesta arriba.
Por otro lado, hay quienes no logran descansar, a lo mejor no les ha ido bien la temporada y la siguiente quieren demostrar lo que valen, y empiezan demasiado pronto con entrenamientos intensos, sin haber recuperado del todo ni mental ni físicamente
Entonces, ¿cómo encontrar ese equilibrio? ¿Cómo descansar bien sin perder el foco de lo que viene?
Desde mi experiencia como psicólogo deportivo, aquí van algunas ideas que trabajamos con deportistas profesionales en esta etapa:
1. Date permiso real para descansar.
Después de una larga temporada, necesitas parar. No es sólo adecuado, es necesario. Marca unos días o semanas (según tu calendario) para desconectar del todo: sin entrenamientos, sin pensar en el siguiente partido, sin presión. Aprovecha para hacer cosas que durante el año no puedes: estar con tu familia, viajar, dormir más, desconectar de redes, vivir sin horarios.
2. Establece una fecha de vuelta.
El descanso no puede ser indefinido. Elegir una fecha concreta para volver a una rutina mínima te dará estructura sin agobios. No hace falta estar en tu ciudad o con tu equipo: se trata de retomar poco a poco rutinas físicas adaptadas a tu realidad (fuerza, cardio, movilidad…), ya sea por tu cuenta, con tu preparador o siguiendo pautas que ya conozcas o te hayan podido mandar desde el club.
3. Trabaja objetivos personales y de bienestar.
En este periodo no necesitas grandes metas. Céntrate en objetivos de proceso: mantener una base física, reconectar con tu entorno familiar o de amistades, dormir bien, cuidar tu alimentación un mínimo, tener momentos de diversión. Eso ya es mucho.
4. Cuida tu mente, no sólo tu cuerpo.
Aprovecha el tiempo libre para conectar socialmente: conversaciones reales, tiempo con amigos y familia, risas, playa o montaña,naturaleza… Todo eso también es preparación.
Y si quieres dar un paso más, hacia el final de las vacaciones puedes dedicar unos minutos a visualizar lo que te gustaría conseguir la próxima temporada. ¿Qué quieres trabajar? ¿Qué tipo de jugador quieres ser? Que sea algo realista, propio, tuyo. También es buen momento para en función de lo que hayas hablado con tu agente o el club, aclarar expectativas y organizar tu planificación mental para la siguiente temporada.
Como resumen podríamos decir que descansar no es dejar de ser competitivo. Es una parte fundamental de rendir bien durante la temporada. El cuerpo lo va a agradecer, pero la mente también.
Las vacaciones son una gran oportunidad para cuidarte, cargar pilas y volver con energía. No se trata de hacer mucho, sino de hacer lo justo con sentido. Descansa, conecta contigo y prepárate desde el equilibrio.