Los deportes de combate tienen unas características específicas respecto a la competición y a la preparación previa. La más evidente es que además de los nervios propios de la competición, que provocan la incertidumbre de lo que pasará, se suman el afrontamiento psicológico del contacto físico, los golpes y el dolor. El miedo a sufrir dolor físico y a que nos hagan daño. Esto pone a prueba y lleva al límite a nuestra confianza. Está claro que se necesitan altas dosis de confianza para competir en deporte de combate y poder disfrutar de ello.
A todo esto, si le preguntáis a un judoka, un taekwondista, un boxeador o a un luchador, ellos tendrá muy normalizado su actividad, cómo es lógico y muy probablemente verán su deporte como un juego con requerimientos físicos, técnicos y táctico-estratégicos. Y es lo correcto, ver objetivamente el juego cómo es, un juego. Un juego dónde intentas puntuar, derribar, golpear o someter a tu rival. Pero un juego, al fin y al cabo. Pero para llegar a desarrollar este punto de vista, es clave el factor mental.
Os propongo una serie de claves para desarrollar una confianza estable y que puedas llegar a establecer una buena rutina de competición en deportes de combate.
Ten un plan de combate centrado en tus objetivos. Todos mis luchadores y peleadores saben lo que deben hacer cuando entran en un tapiz, tatami o ring y no porque yo sea un psicólogo de la hostia (que también) si no porque les he ayudado a reflexionar sobre lo que deben hacer bien para pelear bien y concretarlo en una serie de objetivos claves para sus combates. Y lo que es más importante saben a qué deben prestar atención para cumplirlos. El combate no se trata tanto de pensar, como de atender.
Un ejemplo de objetivo para un combate podría ser:
Ajustar mi pierna delantera. Utilizar la pierna delantera para ajustarme. Si estoy lejos puedo utilizarla para encontrar una distancia óptima. Atender a su pierna delantera y la distancia.
Es interesante que tu plan, plantee soluciones a las dificultades más relevantes que te puedas encontrar.
Siguiendo el ejemplo anterior, una dificultad podría ser que el rival fuese más largo, y la solución
pelear en una distancia más corta, estar más cerca para iniciar una acción y utilizar las fintas para engañarle.
El miedo o los nervios aparecerán en algún momento, por eso es importante, contar con herramientas de afrontamientopara estos momentos. Según mi experiencia la combinación de respiración profunda, mindfulness y autodiálogo es un recurso extraordinario para manejar estas situaciones. Además, la visualización puede ser de mucha ayuda para potenciar la confianza y ajustar el foco atencional previo al combate. Por supuesto, todas estas herramientas debes trabajarlas previamente. Te recomiendo acudir a un psicólogo deportivo para hacerlo.
Es inteligente analizar al rival para obtener esta información para preparar tu plan de combate. Sin embargo, algo que me he encontrado en consulta es que los deportistas pueden sentir que pierden ‘su identidad’ por adaptarse en exceso al rival y esto ha acabado afectando a su confianza. Mi recomendación es que adaptes tus objetivos de combate al rival potenciando tus puntos fuertes y anulando los suyos, pero respetando tu estilo y tu identidad como peleador.
Según el deporte, tendrás varios combates un mismo día o solamente uno. Esto puede condicionar, tu plan de combate. Si solo compites una vez ese día, podrás preparar más detalladamente el plan ante ese rival concreto.
Con todo esto, ya puedes establecer una buena rutina de precompetición que te ayude a potenciar tu confianza y a salir centrado al combate. En un próximo artículo , os propondré un ejemplo de rutina precompeticón para que te resulte más fácil hacerlo.