El lenguaje tiene un papel fundamental en nuestras emociones y es por eso que no provoca el mismo impacto en nosotros hablar de fracaso que de derrota. Este sentimiento deja un sabor amargo, provoca malestar y genera frustración. A la vez forma parte del deporte y de la vida, por lo que hay que aprender a aceptarlo cuanto antes para poder crecer.
El sentirse de esa manera en parte depende de dónde mires, si te enfocas en lo que no has ganado, seguramente te sentirás así, pero si valoras lo que has conseguido y sobre todo el camino que has recorrido para lograrlo, seguro que la sensación será muy distinta.
Siempre que encontremos en el deportista la voluntad de intentarlo, sea cual sea el resultado, resultará imposible hablar de fracaso. La derrota es muy dura, pero te hace valorar con más fuerza todo lo que has construido.
Esto acaba siendo una cuestión de actitud, de cómo nos enfrentamos a las dificultades que conlleva la alta competición y de cómo aguantamos las mismas para poder gestionarlas. El plan ideal muy pocas veces sucede, por eso la clave del éxito es saber surfear cuando nada sale como esperas, eso es lo verdaderamente dificil.
Muchos hablan de que el fracaso es no intentarlo y a muchos otros les molesta ese tipo de frases hechas. ¿Por qué molesta en realidad? Pienso que cuando algo así te molesta es porque posiblemente seas una persona que todavía no haya aceptado que en la vida fracasará más de una vez.
Mucha de la culpa de que se vea algo negativo la tenemos nosotros, la humanidad. ¿Por qué cuando hablamos de fracaso lo acompañamos de una imagen en la que el protagonista está cabizbajo, llorando, tarándose de los pelos o rompiendo una raqueta?
Fracasar conlleva arriesgar hasta que lo consigues, intentarlo una y otra vez, probar diferentes alternativas para darle la vuelta, ofrecer todos los recursos que tienes, valorar cada paso que das, ganar experiencia, enseñar a los que te rodean sobre ello, aceptar que forma parte de la vida….
Cada vez que encaras al fracaso, te darás cuenta de lo que eres capaz de hacer para salir adelante, y si bien no siempre es fácil, cuando lo haces, simplemente te darás cuenta de lo valioso que eres, y cada vez te sentirás más seguro de tomar riesgos para alcanzar tus sueños.
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GIANNIS ANTETOKOUNMPO decía el otro día que «no hay fracasos en el deporte, son pasos para el éxito. Hay días malos, hay días buenos, a veces se es exitosos y a veces no. Así es el deporte, no ganas siempre». Palabras magistrales sobre un tema que nadie quiere hablar.
Fracasar es no aprovechar las oportunidades que llegan y dejar de esforzarse para poder ofrecer lo mejor de uno mismo.
