Dentro de un equipo, cada jugador/a desempeña un rol mas o menos relevante para que se pueda alcanzar los objetivos planteados. Y dentro de estos roles, el más diferenciado respecto a sus compañeros/as es la del portero/a. Qué más allá de sus habilidades para parar, el portero se le encomienda la responsabilidad de organizar y transmitir seguridad al equipo, tanto verbal como no verbalmente. La comunicación efectiva, tanto en palabras como en gestos, ayudará al resto de equipo.
En primer lugar, tenemos la comunicación verbal del portero que es fundamental para mantener la organización dentro del partido. Desde una posición privilegiada en el campo, el portero tiene una visión panorámica del juego y puede detectar amenazas y oportunidades más fácilmente que el resto de jugadores. Es muy importante que sepa utilizar esta perspectiva para comunicar instrucciones claras y precisas a sus compañeros de equipo. Esto puede implicar indicar a los defensores que se ajusten a la posición, alertar sobre la presencia de desmarques o orientar tácticamente durante el juego.
Podríamos hacer el símil de que la voz del portero actúa como un faro en medio del caos del fútbol. Su tono y volumen tratan de transmitir la luz, para que esta se transmita a sus compañeros de equipo, disipando la oscuridad,el caos.
Sin embargo, la comunicación verbal por sí sola no es suficiente. Esta debe ir acompañada de una gesticulación, la comunicación no verbal, que también desempeña un papel crucial en la transmisión del mensaje al equipo. Los gestos, expresiones faciales y posturas corporales dan indicaciones valiosas sobre la situación del juego y el estado de ánimo del portero haciendo que se pueda transmitir al resto de compañeros. Un portero que se mantiene erguido y en control transmitirá confianza, mientras que si este se mueve de manera gacha o muy acelerada, transmitirá tristeza o ansiedad.
Como he indicado tanto el lenguaje como los gestos del portero también puede influir en el comportamiento de sus compañeros. Una mirada de determinación y gesto de animo puede motivar a los defensores aumentar su esfuerzo, mientras que una expresión de enfado o frustración puede minar la moral. Es importante que el portero sea consciente de cómo su comportamiento puede afectar la dinámica del equipo.
El portero, desde su posición, reconoce la necesidad de reorganizar la defensa. Llama a sus defensores por sus nombres, proporcionando instrucciones claras y específicas sobre cómo reajustar su posición y cerrar los espacios de peligro.
Os dejo un ejemplo de como usando la comunicación efectiva se puede reducir el peligro. En este escenario, la comunicación efectiva del portero puede marcar la diferencia.
«¡Dani, atrás,metete entre los centrales! ¡Carlos, mantén la presión sobre el 9 y no se gira!»
En resumen, la comunicación verbal y no verbal del portero desempeña un papel fundamental en la organización y seguridad al equipo. Desde la dirección táctica hasta la motivación, el portero actúa como un líder en el campo, guiando a sus compañeros.