Empezaremos diciendo que la frustración es una respuesta emocional, relacionada con la ira y la decepción, que surge de la imposibilidad de cumplir una necesidad o un deseo.
Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas que nos vamos encontrando a lo largo de la vida, a pesar de las molestias que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y puede trabajarse y desarrollarse para que podamos aprender a gestionarla.
En la vida hay situaciones donde no conseguimos nuestros objetivos, la clave está en cómo lo gestionamos y en cómo reaccionamos ante ella. No podemos evitarla pero tolerarla nos permite enfrentar la vida de una manera más sana.
Sin darnos cuenta desde que nacemos estamos expuestos a un montón de situaciones que no nos gustan y que forma parte de la vida enfrentarse a ello. Desde pequeños aprendemos mientras observamos a los adultos y es por ello que me gustaría empezar destacando el valor por excelencia en la educación, el EJEMPLO.
Muchas veces pretendemos que los más pequeños acepten que las cosas no son como quieren y que además lo hagan con una actitud correcta. Pasamos por alto que muchas ocasiones los adultos somos los primeros que no gestionamos la frustración como corresponde mientras los ojos atónitos de los niños lo observan todo con detalle.
Los niños no saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás .
Es fundamental que durante el desarrollo y crecimiento integral de los niños, puedan aprender a controlarla para que cuando sean adolescentes ya dispongan de las herramientas necesarias.
Los padres, educadores, entrenadores o cualquier profesional que trabaja con niños somos responsables de enseñarles a que hagan frente a aquellas situaciones en las que no consiguen lo que quieren. Pecamos muchas veces de no tener paciencia, de quererlo todo ya. Los adultos debemos de transmitir esos tiempos, esos espacios para trabajar el esfuerzo, aprender a calmar las emociones y a encontrarles su sitio.
Aceptar estas situaciones en las que no me salgo con la mía, requiere de aprendizaje y de tiempo e implicación por parte de los niños y de los adultos:
APRENDIZAJE: Cualquier situación es un excelente escenario para que aprendan a cómo responder cuando vuelva a suceder.
QUE LO RESUELVAN SOLOS: Que piensen, que lo intenten y se equivoquen si es necesario. Darle todo hecho no acorta el proceso, al contrario, lo alarga y no genera aprendizaje puesto que solamente hemos puesto un parche.
EJEMPLO: Ante situaciones que puedan provocar frustración, debemos mantener la calma, una actitud de esfuerzo por superar las dificultades y un espacio para poder encontrar soluciones.
IGNORAR LA RABIETA: Cuando sienten frustración suelen responder con rabia y enojo. Si cedemos, les enseñamos que es el camino fácil de conseguir lo que quieren.
CONSTANCIA Y ESFUERZO: Han de aprender que para conseguir ciertas cosas es necesario esforzarse y ser perseverante. Aprenderán que son herramientas para encontrar soluciones.
DAR TIEMPO: Trabajar la paciencia es fundamental ya que las grandes cosas siempre requieren tiempo.
AYUDARLES A RAZONAR: Que entienda lo que ha pasado. Si lo entiende se sentirá tranquilo y ganara confianza porque sabrá lo que tiene que hacer la próxima vez.
BUSCAR QUE REFLEXIONEN: ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Qué otras opciones tenemos? ¿Qué podemos hacer diferente?
EL amazón prime es un ejemplo de «no paciencia», adultos que compramos para tener los paquetes al día siguiente, y si es envío en el día mejor que mejor porque no puedo aguantar más tiempo. Ahí no hay paciencia, todo lo contrario.
Paciencia, la habilidad de mantener una buena actitud mientras esperamos lo que buscamos. Pronto os escribiré sobre esto en un nuevo post.
Espero que os sea útil.
Nos vemos pronto.
Gracias.