Llevo 10 años trabajando con entrenadores de diferentes disciplinas y todavía hoy me encuentro con la misma pregunta ¿En qué me puedes ayudar?.
Todos sabemos que podemos ser mejor, pero el desconocimiento es la principal barrera que hace que muchas personas no pidan ayuda a profesionales, con el único objetivo de potenciar sus habilidades y descubrir nuevas herramientas que les permita llegar a partes de su trabajo que hasta ahora se han dejado de lado por no identificarlas.
Pedir ayuda no es sinónimo de estar mal, en mi despacho cuando veo por primera vez a un profesional, sea el rol que sea, lo primero que les digo es que trabajo con aquellos que quieren ser mejor. Ese es mi punto de partida.
Entender el rendimiento del deportista de una manera multidisciplinar te ayuda a sacar lo mejor de cada uno de ellos. El aspecto mental juega un papel protagonista en el desarrollo individual y colectivo, por ello dedicarle tiempo a trabajarlo te va a dar un plus que no obtienen los que lo pasan por alto.
Cada vez hay más entrenadores que apuestan por rodearse de profesionales, o bien para trabajar con ellos y su equipo técnico o simplemente para formarse y prepararse ellos a nivel individual para adquirir herramientas que le hagan mejorar como profesional.
Trabajo el alto rendimiento aplicado a cualquier ámbito. Dentro del deporte; deportistas, árbitros y entrenadores.
Si eres entrenador o entrenadora, te interesa porque vas a descubrir muchos aspectos que puedes potenciar con el objetivo de encontrar nuevas respuestas o mejorar las que ya estabas teniendo.
- Soporte para reforzar el bienestar emocional: todos sabemos que ser entrenador no es fácil y que a veces implica estar sometido a dosis altas de estrés por lo que tener una persona de confianza que te aporte equilibrio, es necesario.
- Potenciar y desarrollar las habilidades comunicativas que le permitan una mejor gestión del equipo. Se pueden tener muy buenos conocimientos, pero como no se sepa llegar al deportista, no servirán de nada.
- Conocer individualmente a nivel emocional a sus deportistas, con la finalidad de hacer un mejor estudio del equipo y por tanto de las necesidades de cada uno.
- Establecer y formular de manera correcta los objetivos del equipo para orientar su motivación a ellos. Los objetivos son como la gasolina que mueve el coche, sin ellos no hay movimiento.
- Estilo de dirección y liderazgo que ayuden a crear un clima de confianza donde el deportista pueda desarrollarse con seguridad.
- Aprovechar los espacios dónde se pueden comunicar con sus deportistas, antes, durante y después de la competición.
- Preparar charlas potentes, con sentido y/o ruedas de prensa.
- Identificación de señales o estímulos adecuados para poder concentrar correctamente al deportista en cada momento.
- Control de las expectativas para evitar percepciones de la realidad que traicionen al deportista
- Planificación de rutinas competitivas que ayuden al deportista a afrontar la competición correctamente.
Si quieres marcar diferencias, haz cosas diferentes. Si quieres sacar la mejor versión de tu equipo, cuida los aspectos mentales. Yo te enseño como, empecemos por ti.
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