Como indicamos en anteriores artículos, en esta era digital actual, el acceso a pantallas y dispositivos móviles es habitual en nuestro día a día sobre todo en niños y adolescentes. Aunque como vimos, estas tecnologías ofrecen numerosos beneficios tanto de entretenimiento como también educativos gracias a toda la información que podemos encontrar. Es muy importante y clave poder establecer unas pautas y estrategias para poder extraer la parte positiva de esta tecnología y reducir posibles consecuencias negativas, en el equilibrio, por tanto, está la clave.
Así que aquí os dejamos algunas ideas para asegurar que el tiempo frente a las pantallas sea beneficioso.
Establecer Límites de Tiempo:
Indicar y concretar que limites de tiempo se podrá usar estas pantallas es el inicio para poder ser conscientes de hasta cuanto estas pantallas están arraigadas en nuestro día a día… Establecer un horario específico para el uso de dispositivos podría ayudar a aprender a usar estas pantallas y evitar el exceso, promoviendo, por otro lado, actividades extraescolares más físicas como deporte, aprender a tocar algún instrumento, idiomas… Para tener un equilibrio saludable entre actividades digitales y físicas.
Crear Espacios sin pantalla:
Si es posible, dentro del hogar se podrían designar áreas libres de tecnología puede ayudar a desconectar de estos estímulos de la pantalla. Como ejemplo, evita tener móviles dentro de la habitación particular o solo durante el horario establecido. Y tener un lugar de casa para poder dejar este durante la noche, electrónicos en las habitaciones durante la noche. Con esto podremos facilitar dos cosas, un mejor descanso y por otro fomentar esta interacción cara a cara y otras actividades reales, equilibrando con lo digital.
Modelar un Uso Responsable:
Los adultos son modelos a seguir para los niños en todos los ámbitos y por el aprendizaje vicario se aprenden muchos comportamientos. Por lo tanto, el demostrar a los jóvenes un uso responsable de la tecnología establece un estándar que verán como habitual. Además, podrán multiplicar el efecto de las estrategias comentadas en los demás. Junto con esto, esta limitación del tiempo de pantalla personal y participar en actividades familiares sin dispositivos contribuye a un ambiente más sano en la familia, abriendo más oportunidades a que mejoren las relaciones interpersonales entre la pareja como también con los posibles hijos.
Fomentar una comunicación abierta:
Siguiendo con esta relación más cercana se podrá construir una comunicación abierta sobre el uso de pantallas. Ayudando a que los integrantes de la familia puedan compartir sus experiencias en internet y que cualquier preocupación se pueda compartir, previniendo situaciones negativas para la persona.
En esta prevención, incluso esta comunicación más abierta, permitirá darles información en materia de que poder compartir o no, para su seguridad y que puedan tener crea un entorno en el que se sientan seguros y respaldados, sobre todo en entornos más jóvenes.
Podríamos indicar más posibles estrategias, pero si conseguimos seguir estos consejos, las familias podrán ayudar a garantizar que el uso de pantallas y dispositivos móviles por parte de los niños y adolescentes sea beneficioso, educativo y equilibrado. Lo más importante radica en establecer límites claros, fomentar actividades en el mundo real y promover un uso responsable de la tecnología en el día a día.