Un ejercicio que hago prácticamente con todos los deportistas que trabajo es identificar y diferenciar las cosas que dependen de nosotros, de aquellas que no podemos controlar. Es una tarea muy simple, pero muy importante, suelo decir que es la base de la psicología del rendimiento; a partir de ahí puedes empezar a construir una mentalidad adecuada para dar tu máximo rendimiento.
Cualquier cosa que podamos trabajar en consulta o en la cancha, diría incluso cualquier cosa que podemos entrenar, entra en el saco de cosas que dependen de mí, de mi caja de herramientas para afrontar los retos que me he propuesto. Mis objetivos de tarea para el partido, dependen de mí, practicar la visualización,depende de mí, calentar adecuadamente, depende de mí, alimentarme y descansar de forma correcta, depende de mí…
Pero no nos engañemos, en el deporte hay un gran número de cosas que no podemos controlar: el horario de competición, los rivales, cómo dirija mi entrenador y también otras que suelen preocuparnos bastante, como lo que piensan los demás de mí, si mi entrenador me convocará y lo que es más importante, los resultados. Está muy extendida la creencia en deporte de que podemos controlar el resultado, de que depende 100% de nosotros, lo que a veces lleva a creencias del tipo ‘Si no ganó, soy un fracaso’, lo que es absurdo y provoca mucho sufrimiento. Lo cierto es que en el resultado influyen muchos factores, empezando por el rendimiento de mis rivales, pero también las decisiones de los árbitros, entre otras. Obviamente mi desempeño influirá de manera importante en el resultado, pero no es el único factor que lo controla.
La clave está en que sólo puedo controlar lo que depende de mí, con lo cual lo más inteligente es centrar mi atención y mis esfuerzos todo aquello que puedo controlar para intentar aumentar el grado de influencia para obtener el resultado que quiero.
Mi experiencia trabajando con deportistas de todos los niveles, es que ser conscientes de esto, es una auténtica liberación. No están obligados a ganar porque no todo depende de ellos. Alivia muchísimo la presión, y facilita trabajar la confianza. Pueden centrarse en lo que pueden hacer desde la calma.
Kobe Bryan dijo ‘Nada me reportaba más serenidad y alivio que jugar al baloncesto’.
‘De niños siempre decía: quiero ser el mejor jugador de la historia. Me dio mucha tranquilidad saber que mi objetivo real era ser el mejor jugador que podía ser. Un paso después del otro, controla lo que puedas controlar y espera el resultado’
Estas están sacadas del documental Legacy, original de Hulu. Puedes encontrarlo en España en Disney +. Muy recomendable.