La derrota es una experiencia inevitable en el mundo del deporte de competición. Ya sea en una competencia local o en una final internacional, todos los atletas enfrentan momentos en los que no logran sus objetivos. No podemos controlarlo todo y las cosas no siempre salen como a nosotros nos gustaría. De hecho, debemos aceptar que las cosas son como son y no como nos gustaría que fueran y entender que esta condición es algo que hace emocionante y atractiva la competición. Lo mismo ocurre con el error o el fallo, es algo inevitable. Es imposible mantener la perfección de forma permanente y sin embargo, en muchas ocasiones vivimos como verdaderas derrotas los errores ocasionales. La forma en que afrontamos estas derrotas puede marcar la diferencia entre seguir creciendo o estancarse como deportista y cómo persona.
La importancia del afrontamiento psicológico
Desde la psicología del deporte, se sabe que la manera en que un deportista maneja la derrota influye en su bienestar emocional y en su rendimiento futuro. Un afrontamiento saludable permite aprender de la experiencia, mantener la motivación, fortalecer la resiliencia y construir una confianza en sí mismo y en el proceso de entrenamiento y competición que sea estable y robusta.
Estrategias para afrontar la derrota
El primer paso es aceptar las emociones. Tras cada derrota hay un pequeño proceso de duelo, es normal sentir tristeza, frustración o decepción. Permítete sentir estas emociones sin juzgarte, ya que son parte del proceso de aceptación.
Analizar objetivamente tu rendimiento de manera constructiva es una parte fundamental para construir una buena confianza a largo plazo. ¿Que cosas hiciste bien?¿Qué aspectos puedes mejorar? ¿Qué aprendiste de la experiencia? Una buena estrategia es tener unos objetivos de juego bien definidos y valorar cada competición en función de estos objetivos. Por ejemplo, si un objetivo de juego de un fútbolista es ‘chutar a portería cuando tenga ocasión’ puede valorar que tal lo ha hecho y no solamente si ha metido gol o no.
Generar un sistema de creencias que te permita mantener una perspectiva equilibrada: Recuerda que una derrota no define tu valor como atleta ni como persona. Es solo una parte inevitable del camino. Una parte interesante ser consciente del valor del deporte en la vida como deportista, más allá de los resultados. ¿Por qué me compensa practicar mi deporte? Potenciar la motivación intrínseca de la experiencia suele ser un factor protector
Reestablece tus metas: Establece nuevos objetivos si es necesario o ajusta los existentes, manteniendo una actitud positiva y realista. Una idea interesante es ponerse en diferentes escenarios a la hora de establecer tus metas, proponiendo diferentes grados de dificultad y ambición de tus objetivos de resultado según el contexto.
Conseguir funcionar de la manera que se expone en este artículo, no siempre es sencillo y más en un mundo tan cambiante y lleno de emociones como es el deportivo. Eencontrar un profesional competente que te acompañe en este proceso puede ser la mejor de las ideas.