Todos buscamos tener éxito de un modo u otro. Cuando hablamos de deporte podemos afirmar que todos deseamos ganar y obtener reconocimiento. Sin embargo, el concepto que tengamos de éxito depende por completo de nuestras creencias y de como interpretemos nuestra experiencia.
En un determinado contexto tener éxito puede ser simplemente relacionarme satisfactoriamente con los demás. Yo mismo con algunos deportistas he valorado como exitoso, haberse relacionado de cierta manera con personas nuevas en un entorno desconocido. Para un padre tener éxito puede ser, criar a su hijo para que sea autónomo y seguro de sí mismo o que quiera pasar mucho tiempo con él. Cuando hablamos de competición deportiva entendemos de manera generalizada el éxito como la consecución de los objetivos propuestos. Este éxito en mayor o menor medida suele venir acompañado de reconocimiento social. En algunos deportes muy populares este reconocimiento puede llegar a ser masivo. También, al menos en el corto plazo, genera emociones positivas, como el orgullo, la satisfacción o la alegría.
Él éxito es algo que los deportistas buscamos con perseverancia, pero en ocasiones puede resultar un verdadero desafío psicológico. Tras un gran éxito surgen algunos riesgos que pueden dificultar el buen desempeño deportivo posterior.
Algunos de estos riesgos son:
Exceso de confianza. Algunos atletas pueden relajarse tras un logro, reduciendo la intensidad del entrenamiento o subestimando futuros retos.
Miedo al fracaso futuro El éxito puede generar ansiedad ante la posibilidad de no estar a la altura en futuras competiciones.
Aumento de la presión externa. Tras el éxito, entrenadores, patrocinadores, medios y seguidores pueden esperar un rendimiento constante o superior.
Alteración del sentido de identidad. El éxito puede redefinir la forma en que el atleta se percibe a sí mismo, lo cual puede ser positivo o generar conflictos si se basa únicamente en el rendimiento.
Conflictos interpersonales. El logro individual puede generar celos o resentimiento en compañeros de equipo o entorno cercano.
La importancia del afrontamiento psicológico
Es tan importante manejar como el éxito cómo el fracaso, sobretodo si hablamos de atletas jóvenes. Un afrontamiento saludable permite aprender de la experiencia, mantener la motivación y construir una confianza en sí mismo y en el proceso de entrenamiento y competición que sea estable y robusta.
Estrategias para afrontar el éxito
Es lógico un subidón emocional incicial, igual que con el fracaso deemos aceptar las emociones debemos alcanzar un estado emocionalmente equilibrado, para retomar los entrenamientos.
Analizar objetivamente tu rendimiento de manera constructiva es una parte fundamental para construir una buena confianza a largo plazo. ¿Que cosas hiciste bien?¿Qué aspectos puedes mejorar? ¿Qué aprendiste de la experiencia? Una buena estrategia es tener unos objetivos de juego bien definidos y valorar cada competición en función de estos objetivos. Un error común es valorarnos exclusivamente en función del resultado y no realizar este análisis cuando el resultado es positivo, lo que nos impide continuar creciendo.
Generar un sistema de creencias y valores que te permita mantener una perspectiva equilibrada: Una parte interesante es ser consciente del valor del deporte en la vida como deportista, más allá de los resultados. ¿Por qué me compensa practicar mi deporte? Potenciar la motivación intrínseca de la experiencia suele ser un factor protector. Junto con el análisis objetivo, es inteligente aprovechar la experiencia de éxito para generar creencias que me permitan potenciar mi rendimiento en posteriores competiciones.
Reestablece tus metas: Establece nuevos objetivos si es necesario o ajusta los existentes, manteniendo una actitud positiva y realista. Una idea interesante es ponerse en diferentes escenarios a la hora de establecer tus metas, proponiendo diferentes grados de dificultad y ambición de tus objetivos de resultado según el contexto.
Un último factor protector pero no menos importante es rodearse de personas que valoren al atleta más allá de sus logros. Conseguir funcionar de la manera que se expone en este artículo, no siempre es sencillo y más en un mundo tan cambiante y lleno de emociones como es el deportivo. Encontrar un profesional competente que te acompañe en este proceso puede ser la mejor de las ideas.